En Ituzaingó, provincia de Corrientes, la compañía Novartis presentó su iniciativa de captura de dióxido de carbono de la atmósfera por forestación en la Argentina, la cual se localiza en un predio de 3400 hectáreas.
Se trata de la primera iniciativa de captura de dióxido de carbono por forestación en la Argentina desarrollada bajo el Mecanismo de Desarrollo Limpio del Convenio Marco sobre Cambio Climático de la ONU y el número 20° en el mundo. El proyecto Santo Domingo ofrece un triple beneficio: captura dióxido de carbono de la atmósfera, favorece el desempeño ambiental de Novartis y proporciona mejoras a largo plazo para las comunidades vecinas, mediante la creación de empleo y la generación de productos forestales sustentables y de alto valor.
Este emprendimiento de forestación sostenible, conocido como el “Proyecto Santo Domingo” ofrece un triple beneficio: elimina dióxido de carbono de la atmósfera de acuerdo a los lineamientos de Mecanismos de Desarrollo Limpio establecidos por el Protocolo de Kyoto, favorece el desempeño ambiental de Novartis y proporciona mejoras a largo plazo para las comunidades vecinas, mediante la creación de empleo y la generación de productos forestales sustentables y de alto valor. De esta manera también se contribuye a restablecer ecosistemas naturales y a fomentar la biodiversidad.
La forestación comenzó en 2007 y para 2009 ya habían sido plantados más de 3 millones de árboles en 2400 hectáreas, lo que equivale al 70% del área total.Los tres millones de árboles plantados se integran con un porcentaje importante de especies nativas de la zona, a las que se suman especies exóticas como pinos en sitio no aptos para especies latifoliadas (nativas). Con el tiempo, se planea alcanzar una cobertura del 75% de especies nativas.
En esta etapa inicial se plantaron principalmente algunas especies exóticas -que ayudan a la implantación inicial del bosque- y especies nativas seleccionadas.
En este proyecto, Novartis ha invertido 11,9 millones de dólares hasta 2010, monto que ha previsto incrementar en 1,8 millones de la misma moneda en los próximos años. Como primer resultado, la captura de dióxido de carbono prevista para el período 2007-2012 alcanza a las 100.000 toneladas, y se estima que entre 2007 y 2040 crecerá hasta alcanzar entre 2 y 3 millones de toneladas.
Origen y proceso
En 2005, Novartis emprendió un importante proyecto a largo plazo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). La empresa adoptó como propia y en forma voluntaria la meta global de reducción planteada por el Protocolo de Kyoto – que implicaba disminuir para 2012 sus emisiones de GEI, reduciendo en un 5% las emisiones generadas por la empresa en 1990.
En 2010, Novartis reforzó su compromiso introduciendo una nueva meta de emisión de GEI, incluyendo esta vez las emisiones de GEI generadas a partir de energía adquirida: una reducción del 15% sobre el total de emisiones en 2008 (tanto de operaciones propias como de energía adquirida) para 2015. La meta se elevará al 20% para 2020.
"Estas metas constituyen un desafío: cuando Novartis escogió la ‘meta de Kyoto’ en 2005, su nivel total de emisiones pertinentes ya se encontraba un 25% por encima del nivel de referencia establecido para 1990. A partir de 1990 las elevadas tasas de crecimiento de la industria farmacéutica dieron lugar a incrementos en los volúmenes de producción y en las emisiones de gases de efecto invernadero", afirmaron voceros de la empresa.
"A pesar del crecimiento sostenido y gracias a los programas internos de mejoras, Novartis ha logrado reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en términos absolutos desde 2008. Sin embargo, tomando en cuenta la tasa de crecimiento anual promedio de la empresa, que ronda el 10%, resultó necesario adoptar medidas externas adicionales para alcanzar la meta de Kyoto" agregaron.
En lugar de adquirir créditos certificados de reducción de emisión como compensación por haber superado los límites de emisión, Novartis se embarcó en una doble estrategia para reducir sus emisiones de GEI: complementando las medidas internas de eficiencia de los procesos, y de reducción de emisiones con proyectos externos para compensación de las emisiones de carbono. Así nació el proyecto Santo Domingo.
Este emprendimiento de forestación sostenible, conocido como el “Proyecto Santo Domingo” ofrece un triple beneficio: elimina dióxido de carbono de la atmósfera de acuerdo a los lineamientos de Mecanismos de Desarrollo Limpio establecidos por el Protocolo de Kyoto, favorece el desempeño ambiental de Novartis y proporciona mejoras a largo plazo para las comunidades vecinas, mediante la creación de empleo y la generación de productos forestales sustentables y de alto valor. De esta manera también se contribuye a restablecer ecosistemas naturales y a fomentar la biodiversidad.
La forestación comenzó en 2007 y para 2009 ya habían sido plantados más de 3 millones de árboles en 2400 hectáreas, lo que equivale al 70% del área total.Los tres millones de árboles plantados se integran con un porcentaje importante de especies nativas de la zona, a las que se suman especies exóticas como pinos en sitio no aptos para especies latifoliadas (nativas). Con el tiempo, se planea alcanzar una cobertura del 75% de especies nativas.
En esta etapa inicial se plantaron principalmente algunas especies exóticas -que ayudan a la implantación inicial del bosque- y especies nativas seleccionadas.
En este proyecto, Novartis ha invertido 11,9 millones de dólares hasta 2010, monto que ha previsto incrementar en 1,8 millones de la misma moneda en los próximos años. Como primer resultado, la captura de dióxido de carbono prevista para el período 2007-2012 alcanza a las 100.000 toneladas, y se estima que entre 2007 y 2040 crecerá hasta alcanzar entre 2 y 3 millones de toneladas.
Origen y proceso
En 2005, Novartis emprendió un importante proyecto a largo plazo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). La empresa adoptó como propia y en forma voluntaria la meta global de reducción planteada por el Protocolo de Kyoto – que implicaba disminuir para 2012 sus emisiones de GEI, reduciendo en un 5% las emisiones generadas por la empresa en 1990.
En 2010, Novartis reforzó su compromiso introduciendo una nueva meta de emisión de GEI, incluyendo esta vez las emisiones de GEI generadas a partir de energía adquirida: una reducción del 15% sobre el total de emisiones en 2008 (tanto de operaciones propias como de energía adquirida) para 2015. La meta se elevará al 20% para 2020.
"Estas metas constituyen un desafío: cuando Novartis escogió la ‘meta de Kyoto’ en 2005, su nivel total de emisiones pertinentes ya se encontraba un 25% por encima del nivel de referencia establecido para 1990. A partir de 1990 las elevadas tasas de crecimiento de la industria farmacéutica dieron lugar a incrementos en los volúmenes de producción y en las emisiones de gases de efecto invernadero", afirmaron voceros de la empresa.
"A pesar del crecimiento sostenido y gracias a los programas internos de mejoras, Novartis ha logrado reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en términos absolutos desde 2008. Sin embargo, tomando en cuenta la tasa de crecimiento anual promedio de la empresa, que ronda el 10%, resultó necesario adoptar medidas externas adicionales para alcanzar la meta de Kyoto" agregaron.
En lugar de adquirir créditos certificados de reducción de emisión como compensación por haber superado los límites de emisión, Novartis se embarcó en una doble estrategia para reducir sus emisiones de GEI: complementando las medidas internas de eficiencia de los procesos, y de reducción de emisiones con proyectos externos para compensación de las emisiones de carbono. Así nació el proyecto Santo Domingo.
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Fuente: ComunicaRSE
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